sábado, 31 de marzo de 2012

Árboles...


 Fotográficamente hablando, éste ha sido un invierno de árboles.
Desnudos, en blanco y negro y generalmente solitarios.
Fijaciones de nuestra mente que no logramos apartar durante un tiempo.
Paseos solitarios durante los cuales disfruto enormemente. Si además hago fotos, mucho mejor, pero no es obligatorio ni es el fin último.
Además he prescindido casi por completo del color.
 Regalos de mis paseos por Jaizkibel, Aiako harria y Aralar, especialmente, aquí va una muestra de lo obtenido.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Nieblas





Los días de niebla me gustan especialmente. Soy del norte...
Disfruto enormemente de mis paseos por zonas como ésta. Bianditz y Artikutza.
Para los que no conocéis el lugar, se encuentran a escasa distancia de Donostia, Errentería o Pasai Donibane.
En estos días de niebla el bosque se encuentra particularmente silencioso. Mágico. No existe nada más...
Luces cálidas de última hora de la tarde.

viernes, 23 de marzo de 2012

Refugio de Oianleku

Panorámica compuesta por la unión de 7 fotos



Hayas trasmochas las de estas fotos.
Antiguamente era la manera, mediante poda, de conseguir leña para la obtención de carbón vegetal sin esquilmar el bosque. Existen en Gipuzkoa unos 142.000 ejemplares censados.
Esta técnica se extendía por todo el norte peninsular y para que os hagáis una idea de su importancia, comparativamente, en todo el Reino Unido hay censados unos 15.000 ejemplares.
Mucha gente piensa que éste es el aspecto natural de esta especie arbórea. No es así. El haya, si no interviene el hombre, es un árbol de tronco recto y de gran talla, que alcanza los 35 ó 40 metros, y una copa ovalada en su tercio superior.
Recuerdan a gigantescos candelabros.
Estas fotos están obtenidas en la zona de Oianleku, a escasos metros del Cromlech existente.

viernes, 16 de marzo de 2012

Niebla marina sobre Jaizkibel


Ayer tarde, mientras comía, pasaba la niebla marina delante de mi casa. Así que cogí los trastos y subí en coche (mi rodilla no permite en este momento ningún exceso) hasta Jaizkibel.
Este monte, que recorre paralelamente la costa desde Pasaia hasta Hondarribia, muestra al mar una de sus laderas. Por ella discurre a una cierta altura una carretera desde la que se puede ver todo ese mar Cantábrico y un precioso paisaje.
Claro que ayer no nos enseñaba esa vista marina, más bien nos mostraba un inmenso mar de nubes.
Una y otra vez  intentaba ascender por las laderas sin conseguirlo. 
En cambio, encontraba hueco en la bahía de Pasaia y se desparramaba por todo su interior.