Caserío Gartziene
La tarde del pasado viernes me dirigía hacia la zona de minas situada en Oiartzun, al pie de Aiako harria. Como siempre, me acompañaban mis artilugios fotográficos, dispuesto a dar un paseo y sacar unas fotos si se daba el caso.
Atravesaba el barrio de Alzibar cuando atrajo mi atención una curiosa fachada de caserío. Pensé que a mi regreso debía observarla con más atención. He pasado por ahí en infinidad de ocasiones camino de Artikutza y nunca me había fijado en ella.
El resto de la tarde no conseguí quitármela de la cabeza, así que, antes de que empezara a oscurecer, tomé el camino de regreso.
Aparqué el coche, cogí la cámara y me dirigí andando hacia la casa. Es curioso las cosas que se te ocurren en ocasiones simplemente observando con atención lo que tienes delante de tus ojos.
La fachada en mal estado, el cúmulo de tiestos, plantas, sillas y otros objetos variados absolutamente cubiertos de un polvo gris, produjo en mi cierta ternura.