lunes, 5 de noviembre de 2012

Ermita Virxe do Porto

En mi estancia por la costa Ártabra éste ha sido un lugar que he llegado a visitar hasta en nueve ocasiones.
Con la mirada viciada por una serie de imágenes del lugar, siempre con fuertes oleajes que se empeñan una y otra vez en derribarla, confieso que era una de los puntos marcados en rojo en mi agenda de visitas.
Pero esos días de agosto se empeñaron en mostrármela con mareas mansas y descubriéndome el fondo marino sobre la que se asienta y con unos cielos azules uniformes que no aportaban el más mínimo interés al lugar.
Lo he visitado muy de mañana antes de la salida del sol, mediodía, a media tarde, al atardecer e incluso se me ha llegado a hacer de noche.
La he visto desde las proximidades, me he alejado a izquierda y derecha y de todo ello ha quedado en mi retina una radiografía exacta del lugar. Pero en agosto.
Por otra parte, es curioso ver cómo se repiten ciertas pautas en sitios diferentes.
Allí donde hay un lugar con un algo especial que no sabemos cómo definir pero que sí lo notamos, viene la iglesia y deposita su firma en forma de ermita, iglesia, monasterio o convento apropiándose de un espacio y estampando su copyright particular.
Y este lugar es uno de ellos.
Sitios como San Juan de Gaztelugatxe, la ermita de Santa Comba, etc, etc., donde se erigen ermitas imposibles para el culto por su dificultad. Y no digamos nada por sus dimensiones. Esfuerzo tremendo de construcción con poca amortización de uso. Económicamente una ruina, pero quizás altamente rentable en otros aspectos por el espacio que ocupa.

En ninguna de estas visitas obtuve nada de interés en lo fotográfico, sin embargo sí disfruté del lugar consiguiendo que no me importara volver una y otra vez.
La última tarde de mi estancia en la zona empezó a mostrarme unos cielos que creía podrían dar un cierto juego y después de un rato de dudas, decidí volver nuevamente por allí.
Es curioso lo cambiante que puede ser un lugar en función de las condiciones metereológicas que se den. En hora y media llegué a disparar hasta en ocho ocasiones la misma panorámica. El cielo es el culpable de que la ermita se muestre diferente en todas ellas.
Os subo 4 de estas panorámicas con mención de la hora en que fue disparada. Sirva este hecho también para mostrar que con un poco de paciencia, podemos llegar a obtener esa imagen que se nos muestra esquiva. Unos minutos de más pueden aportar el hecho diferencial entre una foto insulsa y una foto interesante.

 18:31
 18:53
19:23

Os subo también otra foto del lugar sacada desde ese faro situado a la derecha de la ermita, Faro de Frouxeira.
Permite ubicar, de forma más general,  la situación de la ermita en la costa.




martes, 23 de octubre de 2012

Valdoviño

Praia da Frouxeira


Recalé en Valdoviño un miércoles 8 de agosto. Un día extremadamente caluroso.
Tras registrarme en el camping, montar la tienda y descargar todos los artilugios que hacen la estancia más cómoda, comí un poco y dediqué esas horas del mediodía, cuando el sol castiga con más fuerza, a descansar un rato.
Hacia las seis de la tarde decidí darme un pequeño paseo por la playa y sus alrededores.
He de confesar que el espectáculo que se me ofrecía invitaba a salir corriendo de allí. Yo venía de una pequeña aldea en la ría de Muxía y Camariñas, Leis concretamente, y aquélla todavía es una zona tranquila y donde aún no ha llegado la masificación, por lo que encontrarme con miles de coches aparcados hasta en campos donde se había desbrozado la maleza y cientos de coches se afanaban intentando buscar un hueco desesperadamente, no era lo que venía buscando.
Sólo quería un lugar tranquilo donde pasar unos días haciendo fotos y leyendo en mis ratos libres.
El paseo que hace de frontera entre la carretera y la playa se encontraba inundado de gente sentada sobre la hierba, mantel desplegado y diversas bebidas sobre la misma, mientras algunas personas buscaban ese pequeño punto de sombra sobre la base misma de los árboles para echar una cabezadita.
Confieso que estuve a punto de recoger las cosas y marcharme a otro sitio. ¿Pero a dónde?
Los tres siguientes días fueron más de lo mismo. Al parecer este fenómeno invasivo es directamente proporcional al aumento de temperaturas...
Benidorm o la playa de la Concha parecía aquello.
Dediqué esos días a recorrer los puntos que previamente traía en mi agenda intentando buscar posibles puntos de interés fotográfico. Unos cielos absolutamente limpios y temperaturas más propias del sur no me motivaban en absoluto.
Varios días después y con el descenso de temperaturas, se cumplía la fórmula matemática y la playa recuperaba espacios.

La zona no se merece este tipo de comentarios. Es una playa preciosa a la que acompañan unas dunas y una laguna interior. Su oleaje, similar al de otras zonas de costa cercana, invitan a los surfistas a adentrarse en ellas. La presión urbanística no ha llegado todavía a alcanzar niveles muy preocupantes, pero seguramente y con el tiempo, acabemos arruinando toda la zona.

Con posterioridad disfruté mucho de los paseos que a horas muy tempranas y muy tardías me concedía. A esas horas eran escasas las personas y muchas las gaviotas.
Aunque no soy amigo de la fotografía deportiva y el tiempo no nos regaló grandes olas, es inevitable que algunas de las fotos de la playa contemplen a estos amantes de las tablas. Eso sí, como meros figurantes de la misma.

¿Te servirá esta foto para relajarte en Pilates?







miércoles, 17 de octubre de 2012

Leis

Inicié y terminé mis vacaciones en Leis, pequeña aldea en el centro geográfico de esa pequeña y magnífica ría de Muxía y Camariñas.
Aunque las fotos subidas hasta el momento se corresponden con el tramo coruñés de Costa Ártabra, tramo que abarca desde Ferrol hasta la ría de Ortigueira, decido en este momento dar un salto en el tiempo y subir un par de fotos correspondientes a la playa de Leis obtenidas a mi regreso.
 Me lo pide el cuerpo, mira...

Desde el camping de Leis se accede a una pequeña playa, escondida, y de uso casi privado para los campistas por lo recogido de su situación, invisible desde casi todos los lugares por los que se circula.
El caso es que en dicha playa he pasado los amaneceres y atardeceres de esas últimas jornadas vacacionales disfrutando de las puestas de sol cuando se nos ofrecía. Horas en las que la playa se mostraba en soledad casi absoluta.

Desde ahí, sentado sobre la arena en aquellos lugares donde la marea no llega desde hace años y la vegetación dunar encuentra acomodo, observaba durante largo rato el paisaje formado por esa ría en la que sus extremos, Muxía y Camariñas, parecen intentar cerrarla para que no escape. Y casi en el centro, el sol poniente.
Disfrútalas con el acompañamiento de la música de Ólafur Arnalds...

 



lunes, 1 de octubre de 2012

Para tí...

No me siento con ganas de escribir, la verdad. Será la falta de oxígeno...

Hoy únicamente subo una imagen que para mí es especial.
Y un tema que también lo es.
Ve la foto, disfruta de ella si te gusta y finalmente escucha este tema y observa la emoción contenida que manifiesta Anne Akiko en su interpretación de este bello tema de Arvo Pärt, Spiegel im Spiegel (Espejo en el espejo). Su cara lo dice todo.
Un placer tener a la intérprete a medio metro de tí.
¿Te ha gustado?
Me alegro...


Cabo Vilán desde Praia Balea (Costa da Morte)

Arvo Pärt.       Spielgel im Spielgel

jueves, 20 de septiembre de 2012

Oxígeno ...



Oxígeno...
Tan necesario para vivir que su ausencia nos lleva a una muerte irremediable. Poco a poco nos vamos apagando sin remedio.

No todo ha sido disfrute y satisfacciones. También a lo largo de 12 días con sus noches se producen vacíos que no consigues llenar.
Saudades, morriñas, concedamos también un pequeño hueco a esa lengua gallega que mora por estas tierras.
Momentos en los que el corazón y el cerebro martillean sin descanso desviando tu atención de lo inmediato y reclamando espacio para otras cuestiones en apariencia dormidas pero que, al igual que un bebé, se despiertan exigiendo su particular dosis de biberón. Y no te las quitas de la cabeza.
Se producen también momentos en los que tu soledad y silencios voluntarios y aceptados dicen basta y piden compañía. Y no tienes a nadie a tu alrededor con quien compartir un rato de charla amable, un abrazo, contacto humano.
Es la otra cara de esa elección.
Así que, para evitarlo, procuraba mantenerme ocupado el mayor tiempo posible, pero tercamente volvían reclamando su espacio y atención.
La música ha sido una de las cosas que me han ayudado a superar estos momentos y acabé descubriendo que en ocasiones escuchar música mejoraba el resultado de algunos momentos fotográficos.
Otra cosa que me ha confortado en muchos momentos ha sido una pequeña piedra verde lisa y fría que en mi mano tonta, o sea en la derecha, movía entre los dedos continuamente.
He escuchado mucha música, pero he descubierto en esos días 2 temas de Franco Battiato que llamaron mucho mi atención, primeramente por lo musical y después por el bello contenido de sus textos. Los he escuchado en muchísimas ocasiones y me han ayudado en esos momentos en los que me faltaba el oxígeno.
No leo habitualmente poesía, pero es que los textos me parecen bellísimos así como las canciones que los arropan.

TI INVITO AL VIAGGIO
(Poema de Charles Baudeliere)


Te invito al viaje,
a ese país que se te parece tanto.
Los soles lánguidos de sus cielos nublados
tienen para mi el espíritu, el encanto
de tus ojos cuando brillan ofuscados.
Allí todo es orden y belleza,
calma y voluptuosidad.
El mundo se adormece en una luz cálida
de jacinto y de oro.
Duermen perezosamente
los barcos vagabundos
llegados de todos los confines
para satisfacer tus deseos.
Por la mañana se escucha
los sonidos del jardín
y la lengua de los perfumes
rozan los más íntimos rincones.

EL CUIDADO


Te protegeré de los miedos a la hipocondría,
de los trastornos que desde hoy encontrarás por esta vía.
De las injusticias y las mentiras de tu tiempo,
de los fracasos que por tu talante fácilmente atraerás.

Te aliviaré del dolor y de tus cambios de humor,
de la obsesión que hay en tus manías.
Superaré las corrientes gravitacionales,
el espacio y la luz
y envejecer no podrás.

Te curarás de cada uno de tus males,
porque eres un ser especial,
y yo siempre te cuidaré.

Vagaba por los campos del Tennessee
(Cómo había llegado, no sé).
¿No hay flores blancas para mí?
Más veloces que águilas mis sueños, atraviesan el mar.

Te donaré sobre todo el silencio y la paciencia,
Recorreremos unidos las vías que llevan a la esencia.
Y perfumes de amor embriagarán nuestros cuerpos,
la bonanza de Agosto no calmará nuestro ardor.

Tejeré tus cabellos como trenzo mi canto.
Conozco las leyes del mundo y te las regalaré.
Superaré las corrientes gravitacionales,
el espacio y la luz y envejecer no podrás.

Te salvaré de cada melancolía.
porque eres un ser especial,
y yo siempre te cuidaré...
yo sí, siempre te cuidaré.




Y esta es una de las fotos que obtuve mientras escuchaba "El cuidado". 
Fue un rato mágico, en el que disfruté muchísimo durante esa media hora en que, descalzo por la playa, olía el aire marino, mojaba los pies, el cielo me regalaba esa maravillosa luz y mi interior se llenaba de oxígeno y de recuerdos. Y además escuchaba esta canción...
Habrá más fotos de ese momento que fue particularmente, "ESPECIAL Y DIFERENTE". 

¿Te suena ésto de algo?

 

martes, 18 de septiembre de 2012

El mar, la playa, la música, las olas...


Hendaia

Después de un fin de semana encerrado pintando lo que será mi dormitorio y casi sin ver la luz del día, al acabar a última hora del domingo decidí darme un paseo por la playa de Hendaia.
Música en mis oídos (Anouar Brahem), ligera brisa, olor a mar, precioso atardecer y una buena temperatura del agua, ofrecen un espectáculo difícil de rechazar.
Llevaba la cámara (por si acaso, casi siempre pasea conmigo) y no pude resistirme a fotografiar una y otra vez esas olas que, aunque escasas de altura, arremetían con fuerza contra quienes en aquellos momentos nos encontrábamos por la orilla. Mi pantalón corto acabó bastante mojado, pero eso carecía de importancia.
Una exposición de 1/10 sg. para tratar de plasmar el movimiento del agua y muchos intentos, dieron lugar a esta foto que os muestro y que me llenó de satisfacción, tanto, que posiblemente acabe encima del cabecero de mi cama con un tamaño de 1 metro por 65 cm. La veré de frente cada vez que entre en el dormitorio. ¿Creéis que es buena la idea?
Tengo que repetir estos paseos con más frecuencia...

Os ofrezco también uno de los temas de Anouar Brahem que más me llegan.

The astounding eyes of Rita - Anouar Brahem

 

lunes, 17 de septiembre de 2012

Loiba. "The best bank of the world"





El mejor banco del mundo. En Galicia.
Alguien, rotulador en mano, escribió sobre este banco situado en los acantilados de la playa de O Picón, en Loiba, “The Best bank of the world”. ¿Fué deliberado utilizar "bank" en lugar de "bench"?

Un banco ajeno a la crisis griega, a las ayudas europeas a la banca, que no ofrece indemnizaciones millonarias a los altos exdirectivos de NovaCaixaGalicia. Que no engaña a su fiel clientela con participaciones preferentes.
Lo que tiene, lo muestra sin tapujos.
Lo descubrí casi por casualidad y pasé allí todo un día.
Recorrí las playas de Ribeira do Carro y O Picón. Paseé por sus acantilados frente a Peña Furada, Os Aguillós de de Ortegal (al fondo, frente al faro de Cabo Ortegal) y esperé allí hasta el anochecer. Sin comer ni cenar, a la espera de una puesta de sol que finalmente se arruinó. Pero no importó, me pareció un lugar excepcional.
La vista que ese banco ofrecía no la he visto reflejada en los montones de fotos que se ven en internet. Muchas fotos pero sólo el banco y un tímido intento por mostrar lo que le rodea.
Así que, días después, regresé porque creo que ese lugar merecía mostrarse en toda su majestuosidad e intenté una panorámica como nunca había hecho. El ángulo de visión superaba los 210˚ y el banco se convirtió en una almohadilla que hubo que enderezar. Pero creo que merecía la pena mostraros el paisaje que nos ofrece.


Yo he abierto cuenta en él. Y me atrevería a comprar acciones si tuviera dinero.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Ermita de Santa Comba

Tenía intención de llevar un orden, digamos, cronológico. Pero tampoco tiene mucho sentido, ya que ciertos lugares visitados en primer lugar fueron fotografiados en diferentes momentos y se da la circunstancia de que, en casi todos los casos, estas últimas fotos son las que me han dejado satisfecho o medianamente satisfecho.
Además, cumplo también con el compromiso adquirido con Esther, que me manifestó sus preferencias por este lugar y le prometí subirlo cuanto antes. Espero te guste el resultado.

Como os contaba en la entrada anterior, estos son lugares de mar fuerte, olas inmensas que azotan sin descanso la costa.
No he tenido la fortuna de ver algo así, los cielos han sido en la mayor parte de los días azules y la mar se mostraba mansamente, así que cuando el cielo cambiaba ligeramente y comenzaba a nublarse, yo salía con la esperanza de obtener algo mejor que lo que ya tenía.
Generalmente he visitado casi todos los lugares en varias ocasiones. A un primer reconocimiento del lugar brújula en mano para tener un exacto conocimiento de los lugares de salida y puesta del sol, le sucedían visitas generalmente a horas diferentes.

Esta ermita de Santa Comba fue fotografiada aproximadamente hacia las 8:45 horas de la mañana. Previamente, y desde las 7 de la mañana (hubo madrugón, como véis), me encontraba por allí haciendo otras fotos en lo que llaman "Praia das Fontes", situada allí mismo y donde disfruté fotografiando cada una de esas formaciones rocosas tan curiosas. Cuando sacié mi hambre fotográfica, me centré en la ermita.
La preparación de la cámara, trípode, filtros, me mantuvo firme en el sitio a la espera de que la luz fuera mínimamente interesante. Debo decir que tuve claro desde el principio que la ermita merecía una panorámica de mucho recorrido mostrando la totalidad de esos tres islotes que conforman el conjunto reforzando el interés del lugar.
Un poco de historia.
El lugar está conformado por tres islotes, "Insua de Fora", Insua do Medio", donde se encuentra ubicada la ermita e "Insua do paso estreito", el más cercano a la costa. Pertenecen a la parroquia de Cobas, en la costa de FerrolTerra.
Según datos de la "Sociedade Cultural Columba", se han encontrado restos de un antiguo castro datado entre los siglos VI a.C. y el siglo I d.C.
Se conoce su existencia desde hace al menos 9 siglos. En la página de esta web se recoge más información de la misma.

 Ermita de Santa Comba

Fue el primer día que amaneció nublado después de 5 soleados días en la zona. La panorámica está compuesta por 5 fotos verticales y con una óptica de 12 milímetros. Repetí cuatro veces la panorámica cada vez que los rayos de sol iluminaban levemente la ermita y la parte superior de esos tres islotes.
Un cielo con interés, y ese primer plano de hierbas abrazan y remarcan lo realmente importante de ese paisaje.




Praia das Fontes

Cronologícamente, estas 4 fotos son anteriores a la panorámica de la ermita.
El lugar me pareció mágico. Silencio total y absolutamente nadie a esas horas. Esa coloración amarillenta de las algas sobre esa piedras oscuras, fue algo que me dejó sin habla.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Costa Ártabra

Confieso que nunca había oído esta denominación, desconocía que este tramo de costa coruñesa, desde Mugardos hasta la ría de Ortigueira, se llamara de esta manera.
He pasado muchos agostos en la costa gallega. Recorrido durante años el tramo entre Viveiro y Ribadeo, mucho antes las rias baixas y a lo largo de los últimos 14 años la costa entre Muros y Malpica ha sido mi campamento base.
Estudié 4 años en A Coruña en mi más tierna infancia, creo que así puedo llamarlo puesto que lo hice entre los diez y los catorce años.
En esos años conocí lugares que fueron llenando mis retinas de imágenes que el tiempo se encargó de ir transformando hasta hacer de ellos lugares casi irreconocibles cuando muchos años después volví a visitarlos. Me acuerdo de Muros, uno de mis preferidos, Pontedeume, Betanzos, Monasterio de Caaveiro y río Eume... en fin, tantos y tantos lugares que fueron dejando pequeñas cicatrices en mi corazón.
También hay lugares que dejaron grandes cicatrices, dolorosas, oscuras, de fea presencia. Lugares a los que he vuelto sin acritud pero con dolor. Lugares a los que he vuelto una única vez y he llorado, con un lloro desconsolado, largo y que todavía me hacen soltar lágrimas cuando hablo/pienso en ellos. Y hablo/pienso de esa Universidad Laboral "Crucero Baleares" donde pasé 4 años en mi niñez y que dejó en mí algunas nostalgias y muy negros recuerdos. Lo odié durante años.

Nunca conocí este tramo de costa y hace ya algún tiempo que los trabajos fotográficos de gente sin voz ni rostro en Flickr hicieron despertar en mí el interés por visitarlos.
Fotos espléndidas, de soberbios paisajes marinos, por parte de Chirlateir@ a quién tengo que agradecer la exhaustiva información de lugares que me facilitó.
Fotos en apariencia sencillas de Esther Míguez, ferrolana, gran fotógrafa, con un estilo muy marcado y personal, que me abrió las puertas de su alma y que escribe cosas que emocionan. Podría decir muchas más cosas de ella, pero sé que se me pondrá "colorá" y no quiero hacer que pase un mal rato al leer ésto.
Entre ambos había un elemento que se repetía cada cierto tiempo: la ermita de la Virxe do Porto.

Por circunstancias que no vienen al caso, doce de mis días vacacionales los he pasado en esa zona.
Han sido doce días en los que únicamente me he dedicado a visitar lugares, tomar fotografías y leer mucho.
Acompañado de mi particular lazarillo en forma de GPS, ¡cuánta paciencia ha mostrado! Sin una palabra más alta que la otra, me ha repetido mil veces "por favor, dé la vuelta en cuanto pueda", he realizado recorridos que me han hecho descubrir lugares con un encanto particular, playas privilegiadas de arena fina y preciosas dunas, paraíso de surfistas, rompientes con fácil acceso y particular geología así como acantilados que emocionan... si las condiciones de la mar hubieran sido otras.
Rías con encanto, Cedeira, con esa playa tranquila de Villarrube, de complicados accesos para quienes no somos del lugar, de ría interior,... Betanzos, Ortigueira, Cabo Ortegal, Cabo Prior, en fin, tantos y tantos lugares.
He recorrido playas con las primeras luces del amanecer y con las últimas del día. Sin prisas, me sobraba el tiempo, ¡qué lujo hoy día!.
Ermita de Sta. Comba, Ermita Virxe do Porto, Fragas del Eume, Caaveiro, ... Serra da Capelada.
Loiba, con sus acantilados y playas, Picón, Ribeira do Carro, Peña Furada. Una enorme sorpresa para mí.
En sucesivas entradas mostraré algunas de las fotografías que he ido realizando. No muchas la verdad, no soy de sol y cielo azul y creo que me autoexijo bastante a la hora de subir una foto.
Es costa que se merece mostrarla en toda su majestuosidad, grandes olas, cielos con fuerza, y eso es algo de lo que apenas he podido ver nada. Por tanto, he intentado recoger otra visión de esos lugares tantas y tantas veces fotografiados y de los que a buen seguro existen cientos de fotos mejores y con puntos de vista más acertados que los míos.
Como he dicho, me sobraba el tiempo, así que algunos lugares los he visitado hasta en nueve ocasiones, empecinado en lograr algo decente que traerme y compartirlo con este pequeño, minúsculo, grupo de amigos y amigas que leéis pacientemente estas entradas.
Y aunque no sea una foto de exposición sino más bien un registro notarial, os traigo una foto de la playa de Valdoviño, campamento base de esta salida y que afilará los dientes de los amantes de la playa, los largos paseos por éllas y el sol.

Playa de Valdoviño

jueves, 5 de julio de 2012

Patagonia

Hay dos lugares que me encantaría recorrer sin prisas y por supuesto fotografiar. Me seduce perderme una temporada y recorrerlos con muchísima calma, no en uno de esos "paquetes turísticos". ¡Qué horror de término éste!
Islandia y Patagonia.
Desde Islandia recibo cantos de sirena desde hace ya algún tiempo en forma de fotógrafos y músicos, por lo que voy a tener que pensar en "atarme" al palo mayor para evitar, como Ulises, ser atraído hacia ella.
Como ni mi situación personal ni mi bolsillo da para ello, me limito a soñar viendo los trabajos que grandes fotógrafos han realizado en estos dos lugares.

Ante la inminente destrucción de los mejores lugares naturales de la Patagonia Chilena por parte del proyecto aprobado por el gobierno de la transnacional Hidroaysén, la fotografa Linde Waidhofer autoriza la difusión gratuita de su libro La Patagonia Desconocida, como una forma de manifestar el rechazo y preocupación por lo que esta sucediendo en Chile.

Más información, en su página web www.westerneye.com
 
Aprovecha la ocasión para ver con detenimiento sus magníficas fotografías de paisaje.



miércoles, 20 de junio de 2012

Momentos...

Hay ocasiones en las que uno coge los bártulos fotográficos y sale por ahí con la intención de intentar capturar tan solo un instante de todo aquello que se muestra ante nuestros ojos.
Ves algo que te llama la atención, encuadras como mejor sabes o puedes, analizas la luz, la mides, eliges velocidades y diafragmas y terminas disparando. Exprimes el lugar buscando ángulos diferentes, elementos que mejoren la composición y tras una serie de disparos, marchas en busca de nuevas "piezas" que llevarte.
Una vez en casa miras detenidamente el resultado de la sesión y compruebas, como casi siempre, que la foto que pensabas era la mejor no lo es y que hay alguna otra a la que puedes sacarle un mejor partido. Ocurre con frecuencia.
Sin embargo y de forma puntual hay sesiones en las que tropiezas con algo que te acelera el corazón y lo desboca. En otras observas lo que ves, intuyes que algo puede ocurrir y te quedas a la espera de que pueda producirse. El resultado final es el mismo.
Estas dos fotos son el producto de una larga espera consecuencia de la intuición. En ambos casos esperaba "un momento" pero cuando éste se produjo superó con creces lo esperado.

Un ocho de enero de 2009 se produjo una gran nevada en un espacio de 3 horas.
Naturalmente salí por Pasai Donibane a contemplar el espectáculo y de paso sacar alguna foto de este inusual acontecimiento.
Después de un par de horas crucé la motora a San Pedro con la intención de subir a la carretera que termina en el Faro de la Plata. Subida fatigosa ésta, ya que además de cargar con la cámara, mochila de material fotográfico y trípode, la cuesta fue un continuo resbalarse.
La intención era llegar hasta un mirador desde el que se puede contemplar toda la bahía, desde la bocana de entrada hasta Errentería, pero el cielo oscurecía rápidamente y pensé que no llegaría a tiempo. Desde allí el espectáculo era formidable. Raramente vemos nieve por aquí y ello hace que resulte aún mas sorprendente.
Sin embargo, resultaba todo muy igual, faltaba algo que le diera ese punto especial al paisaje.
Se me ocurrió esperar a que se encendieran las luces del alumbrado público con la esperanza de que esto aportara ese plus necesario.
Tras casi una hora de espera, empezaron a encenderse las farolas. Unos minutos después y creciendo en intensidad, el espectáculo que se ofrecía ante mí superaba con mucho las expectativas.
El paisaje nevado, de colores fríos, se llenó de pequeños puntos de luz cálidos.
Me quedé sin palabras, absolutamente quieto y sin poder quitar la vista de lo que tenía delante. Un enorme regalo el que se me ofrecía.
Tras casi 10 minutos de contemplación, saqué varias fotos y ésta panorámica es el resultado de la unión de 7 fotos.
He de decir sinceramente que me marché absolutamente satisfecho de ese momento. Saber si sería capaz de unir bien esas 7 fotos no me preocupaba demasiado. Llevaba la imagen en la retina y no he podido olvidar aquella tarde.

Pasai Donibane. Panorámica compuesta por la unión de 7 fotos.

Y allá por el 16 de octubre del mismo año y tras una tormentosa noche en Eratsun, me levanté muy temprano, cogí el coche y me dirigí hacia Saldías.
Llovía copiosamente y cargado con los trastos y un generoso paraguas, recorrí el pueblo sin mucho ánimo, la verdad. Aquello no pintaba bien y la lluvia no paraba.
Así que decidí salir del pueblo andando con la intención de verlo desde la distancia. Cogí una carretera local y después de casi dos kilómetros encontré un punto que me ofrecía una bonita panorámica del pueblo. El lugar elegido era perfecto siempre y cuando el tiempo mejorara. Monté el trípode en la cuneta, coloqué la cámara y a esperar. A las nueve de la mañana y en aquel lugar era motivo de extrañeza para los pocos coches que por allí pasaron. Miraban con curiosidad qué demonios hacía ese tío allí, quieto, con un trípode y un paraguas a esas horas y con la que caía.
Unos 40 minutos después la lluvía empezó a concederse descansos.  Y en esos descansos no dejaban de pasar tímidamente pequeñas nubes por el pueblo.
Empecé a pensar que allí había foto. Era cuestión de esperar y rezar que no volviera la lluvia.
Y volvió a suceder, el cielo empezó a abrirse tímidamente y me ofreció otro de esos momentos especiales.
Daba igual ya como transcurriera el resto del día.

Saldias. Panorámica compuesta por la unión de 5 fotos.

martes, 12 de junio de 2012

Urbasa ( y III)

Domingo por la mañana. Después de una noche intensa de lluvias, me levanto observando cómo todo se encuentra cubierto por un manto de niebla. Llueve a ratos, no con intensidad, pero llueve.
Evidentemente ésto no me desanima, al contrario, es lo que necesitaba y venía buscando.
 Como algo de fruta y me pongo en marcha rápidamente. ¿A dónde ir? Desecho la posibilidad de dirigirme al nacedero de Urederra. Tengo ya bastante con lo que me rodea, así que ¿para qué perder tiempo?
De inicio me dirijo hacia la zona del "centro de interpretación" situado en lo alto del puerto. La verdad es que el "ambiente" es de una belleza que no tiene nombre. Cómo me gustan estos días, cubiertos, suaves, silenciosos, ...además de que el bosque te recibe casi en exclusiva, apenas se ve gente por la zona.
Con estas condiciones todo tiene un color intenso y suave.
Por momentos, la niebla se cierra hasta el punto de no ver prácticamente nada, pero al instante vuelve a abrirse mostrándote un nuevo escenario.
Es difícil decidir cuándo ha llegado el momento de parar y encaminar tus pasos hacia otros lugares, pero el reloj no entiende de este tipo de cuestiones y rápidamente te dice que se te va acabando el tiempo de estancia.

 

 
 

Así que encamino mis pasos hacia la ruta conocida por el nombre de "Itinerario de los montañeros".
Aquí me adentro en el bosque acompañado de una fina y constante lluvia. Prácticamente ha desaparecido la niebla.
Después de un buen rato de caminata sin disparar una sola foto, estoy a punto de dejarlo. Llueve con más fuerza y ni tan siquiera llevo un chubasquero, por lo que el pantalón y el forro polar mojados hacen que comience a sentir un cierto entumecimiento que resulta desagradable.
Abandono el itinerario e inicio el regreso. La niebla vuelve a entrar y la lluvia me da un respiro.
Y vuelvo a "ver" fotos de nuevo. A veces este proceso es muy claro, ves algo que te gusta, eliges un punto de vista que te agrade, lo encuadras y disparas. Sin embargo en otras ocasiones no es tan evidente. Ves un ligero claro, unas ramas con una disposición especial, están a contraluz o contrastan con el fondo. Concentras tu mirada y pones a trabajar el cerebro. Ves la foto dentro de tí pero no se parece mucho a lo que realmente tienes enfrente. Por lo menos aparentemente.

He disfrutado mucho de este fin de semana. Sobre todo desde la tarde noche del sábado. Y he hecho muchas fotos. Algunas medianamente buenas, otras no tanto. Sin embargo en la retina de mis ojos ha quedado grabado un enorme archivo de imágenes que espero no borrar nunca de este "disco duro cerebral".
Espero volver con un plan similar allá por el otoño.

 
 
 
 


jueves, 7 de junio de 2012

Urbasa (II)

Después de una noche de mal dormir, me levanto sobre las 7 de la mañana. Unas cerezas y un par de plátanos por desayuno y arriba.
Lo que más extraño durmiendo fuera de casa es la almohada. Supongo que es común a la mayoría de la gente.
Almohada. Del árabe "al mujadda". La raíz de esta palabra es jadd (lado o mejilla), así que se relaciona semánticamente con el hecho de apoyar la mejilla o descansar de lado. Me gusta conocer el origen de las palabras. Así que cuando una palabra me atrae, intento conocer su origen.
Para las 7:30 de la mañana salgo ya del camping, en silencio, que no es cuestión de despertar al personal.
Enseguida veo que el día lleva camino de ser como el anterior, calor y sol, por lo que después de unas vueltas en coche decido aparcarlo y simplemente andar, perderme entre esa masa de hayas. Escojo un itinerario y me pongo en marcha.
Llama la atención la cantidad de pequeñas flores, diminutas la mayoría, que siembran los rasos de colores. Blancas, amarillas, azules, lilas, flores que en su mayoría que nunca formarán parte de ninguna exposición floral, pero que aquí componen un precioso escenario.
Sin embargo, hay una que sobresale por tamaño y extensión sobre todas las demás. En los claros del bosque de hayas y robles hay zonas en las que lo cubre todo, su dominio sobre el resto de vegetación es total. Busco información en Internet sobre ella y entre otras cosas me informa de que es tóxica en crudo y los animales de pasto dejan intacta la planta. Con sus raíces llegó a hacerse pan en la Edad Media, aunque su consumo aumenta el pulso cardíaco. Parece ser que hasta los años 50, los tallos primaverales de esta planta se vendían en los mercados de Donostia formando parte de una serie de puerros silvestres que eran muy valorados gastronómicamente.

Asphodelus albus. Nombre común Asfódelo, Gamón.


El día no me motiva mucho, así que al margen de estos paseos, visita incluida al Balcón de Pilatos, regreso a mediodía al camping donde después de comer un poco, dedico el resto de la tarde a la lectura.
Buen plan éste. Movido por su "particular" portada y por el hecho de haberse convertido en un fenómeno literario a través del boca a boca, la curiosidad  me llevó a escoger "El abuelo que saltó por la ventana y se largó" como lectura. Situaciones extremas y mucho humor. No os voy a contar el argumento del libro, pero lo estoy leyendo con placer.
Planeo intentar de nuevo alguna foto nocturna y quizás, madrugar al día siguiente para hacer una visita al nacedero de Urederra.

 Esta foto es de lo poco aceptable que pude obtener esa mañana.


En las últimas horas de la tarde emprendo de nuevo la marcha y el tiempo ya empieza a avisarme de lo que me espera esa noche.
 
Comienzan a caer los primeros truenos y relámpagos en la lejanía...
... y a continuación la lluvia.

Así que recojo los trastos y me dirijo al camping con las mismas perspectivas que el día anterior, café y lectura.
Sin embargo, llegando al camping, cambio de opinión y dirijo el coche hacia el aparcamiento situado en la parte final de la subida al puerto. Por su situación geográfica al oeste, quizás el sol y la tormenta me brinden un bonito espectáculo.
Y obtengo recompensa. Durante unos minutos me regala esta enorme y espectacular imagen. Me deja sin habla y casi sin foto. Te quedas absorto mirando embobado y sin que en tu mente haya lugar para nada más.
Es una sensación que la he tenido ya en otras dos ocasiones. No se puede explicar. Se te acelera el corazón y sientes algo dentro.
Prometo subir esas fotos otro día.



Y aunque no lo parezca, llovía.
De manera no muy fuerte pero racheada, hace que se me arruinen muchas de las fotos depositando gotas sobre la óptica de la cámara, pero a fuerza de limpiar y disparar una y otra vez, consigo salvar alguna.
Y uno en manga corta, mojado, tiritando de frio. El espectáculo se prolongó durante unos diez minutos así que cuando empezó a oscurecer hubo que volver al camping, ropa seca, algo de comida y prepararse para toda una noche de lluvia constante.