martes, 12 de junio de 2012

Urbasa ( y III)

Domingo por la mañana. Después de una noche intensa de lluvias, me levanto observando cómo todo se encuentra cubierto por un manto de niebla. Llueve a ratos, no con intensidad, pero llueve.
Evidentemente ésto no me desanima, al contrario, es lo que necesitaba y venía buscando.
 Como algo de fruta y me pongo en marcha rápidamente. ¿A dónde ir? Desecho la posibilidad de dirigirme al nacedero de Urederra. Tengo ya bastante con lo que me rodea, así que ¿para qué perder tiempo?
De inicio me dirijo hacia la zona del "centro de interpretación" situado en lo alto del puerto. La verdad es que el "ambiente" es de una belleza que no tiene nombre. Cómo me gustan estos días, cubiertos, suaves, silenciosos, ...además de que el bosque te recibe casi en exclusiva, apenas se ve gente por la zona.
Con estas condiciones todo tiene un color intenso y suave.
Por momentos, la niebla se cierra hasta el punto de no ver prácticamente nada, pero al instante vuelve a abrirse mostrándote un nuevo escenario.
Es difícil decidir cuándo ha llegado el momento de parar y encaminar tus pasos hacia otros lugares, pero el reloj no entiende de este tipo de cuestiones y rápidamente te dice que se te va acabando el tiempo de estancia.

 

 
 

Así que encamino mis pasos hacia la ruta conocida por el nombre de "Itinerario de los montañeros".
Aquí me adentro en el bosque acompañado de una fina y constante lluvia. Prácticamente ha desaparecido la niebla.
Después de un buen rato de caminata sin disparar una sola foto, estoy a punto de dejarlo. Llueve con más fuerza y ni tan siquiera llevo un chubasquero, por lo que el pantalón y el forro polar mojados hacen que comience a sentir un cierto entumecimiento que resulta desagradable.
Abandono el itinerario e inicio el regreso. La niebla vuelve a entrar y la lluvia me da un respiro.
Y vuelvo a "ver" fotos de nuevo. A veces este proceso es muy claro, ves algo que te gusta, eliges un punto de vista que te agrade, lo encuadras y disparas. Sin embargo en otras ocasiones no es tan evidente. Ves un ligero claro, unas ramas con una disposición especial, están a contraluz o contrastan con el fondo. Concentras tu mirada y pones a trabajar el cerebro. Ves la foto dentro de tí pero no se parece mucho a lo que realmente tienes enfrente. Por lo menos aparentemente.

He disfrutado mucho de este fin de semana. Sobre todo desde la tarde noche del sábado. Y he hecho muchas fotos. Algunas medianamente buenas, otras no tanto. Sin embargo en la retina de mis ojos ha quedado grabado un enorme archivo de imágenes que espero no borrar nunca de este "disco duro cerebral".
Espero volver con un plan similar allá por el otoño.

 
 
 
 


3 comentarios:

  1. Coincido contigo en que los días de niebla y xirimiri son perfectos para encontrarse con el bosque. Esos cambios de luz y ambiente son impagables. Siempre sales ganando, a veces con fotografías que captan el momento increíblemente y otras sin entender como puedes estar tan maravillado con el entorno y no "ver" ni una sola foto. Particularmente, exceptuando el engorro que supone estar protegiendo la cámara todo el rato, son los mejores momentos en el bosque.
    La 5 y la 11 para mí.

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  2. Menuda tanda este ultimo grupo de fotos. Me gustan un monton los claroscuros. Ten go pendiente el poder ir a Urbasa alguna con vez con la misma tranquilidad que has ido tu.
    Te felicito por toda la serie, porque la verdad es que ha gustado mucho.
    Luis

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    1. Gracias por el comentario, Luis. Disfrutarás sin duda y no me importaría acompañarte. Aprenderíamos cosas mutuamente, eso sin duda.
      La 2ª tanda de fotos fue lo más de los más. Disfruté como un enano y mereció la pena, sobre todo esta última mañana de domingo que fue lo que realmente buscaba en Urbasa.
      Un saludo.

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